Ansiedad Anticipatoria: cuando tenemos miedo al futuro
La ansiedad anticipatoria es el miedo y la preocupación excesiva por eventos futuros. Se manifiesta con síntomas físicos cognitivos y conductuales.
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El ataque de pánico, al que comúnmente también se le llama ataque de ansiedad o crisis de angustia, es un episodio repentino de miedo intenso acompañado de síntomas físicos diversos que la persona experimenta como amenazas que ponen en peligro su vida, aunque la ansiedad no puede producir la muerte.
Este proceso es la manifestación física del proceso de ansiedad, es una sensación real muy molesta y que impacta mucho a la persona que lo sufre de ahí, que la persona tienda a anticipar sus ataques, es decir, viva un estado de alerta continuo que propicia que los ataques reaparezcan y eso los hace más intensos y frecuentes.
Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y sin previo aviso, sin que haya una causa aparente que los desencadene. Por tanto, pueden aparecer en el transcurso de cualquier actividad que se esté realizando, ya sea conducir, trabajar, pasear, etc.
Contrariamente a lo que se podría esperar, su aparición se puede dar en situaciones en las que la persona está relajada, como pueden ser los periodos de vacaciones o durante el sueño.
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Los ataques de ansiedad esperados son aquellos en los que existe una señal evidente que desencadena el ataque, por ejemplo, ser testigo de un hecho que nos impresiona o situaciones en las que previamente se pueden haber experimentado otros episodios de pánico.
Los ataques de ansiedad inesperados son aquellos que se producen en situaciones donde no hay una señal obvia relacionada con la ansiedad o en situaciones donde no esperamos experimentar un ataque de pánico, como pueden ser situaciones en las que estamos relajados, durmiendo o disfrutando.
Estos ataques inesperados generan mucha confusión, puesto que se perciben como impredecibles e incontrolables, por lo que aumenta la probabilidad de que se desarrolle un trastorno de pánico.
También podemos observar síntomas culturales en la expresión del ataque de pánico, por ejemplo el llanto incontrolable, gritos o movimientos bruscos que acompañan a la experimentación de los ataques de pánico en las culturas latinas.
Los ataques de pánico suelen ser episodios de corta duración y pueden surgir tanto en estados de calma como en estados de ansiedad y nerviosismo.
Generalmente, el ataque de ansiedad suele tener una duración entre 10 a 20 minutos, sin embargo, un episodio de pánico se puede extender a una hora de duración.
En cualquier caso, la máxima intensidad del ataque de pánico se alcanza a los pocos minutos del inicio brusco de los síntomas.
Una vez que el ataque de pánico desaparece, aparece fatiga o una sensación de agotamiento intensa, también pueden mantenerse algunos síntomas del ataque de ansiedad como es una sensación de embotamiento mental, inestabilidad o sensación de mareo.
Cualquier persona puede experimentar un ataque de pánico. Hay personas que experimentan uno o dos ataques de ansiedad en toda su vida, mientras que otras personas sufren ataques de pánico de manera más o menos frecuente.
La edad media de aparición de los ataques de pánico está en torno a los 22-23 años de edad.
Los niños pueden experimentar ataques de pánico, pero son poco frecuentes hasta la pubertad, de igual forma la prevalencia de los ataques de pánico en personas de edad avanzada es baja.
En cuanto al sexo, las mujeres se ven más afectadas por los ataques de pánico que los hombres. Sin embargo, no existe diferencia alguna en cuanto a las características o los síntomas que se experimentan durante el ataque de pánico.
Los ataques de pánico o ansiedad, pueden generar un malestar significativo y una modificación de nuestra vida, puesto que muchas de las conductas y comportamientos que la persona pone en marcha buscan evitar nuevos ataques de pánico. Lo que puede significar que la persona deje de realizar actividades por miedo a nuevos ataques de pánico.
Cuando estamos padeciendo ataques de pánico, acudir a un psicólogo especialista en ansiedad es muy redomendable, para que nos ayude a desarrollar herramientas para gestionar y controlar los ataques de ansiedad.
Por otro lado, el psicólogo puede determinar si los ataques de pánico que se padecen configuran un trastorno de ansiedad en sí mismos como es el caso de trastorno de pánico o son síntomas de otros trastornos psicológicos.
Escrito por Sara Montejano Martín, Psicóloga General Sanitaria.
La ansiedad anticipatoria es el miedo y la preocupación excesiva por eventos futuros. Se manifiesta con síntomas físicos cognitivos y conductuales.
El ataque de pánico nocturno es lo que conocemos como un ataque de pánico o ansiedad, que se produce mientras la persona está durmiendo, despertándola.
Si la ansiedad actúa como desencadenante de ataques de asma, es crucial entender su relación y abordar las causas para encontrar soluciones.