Desde niños, a muchos hombres nos enseñaron que "los chicos no lloran" o que "mostrar vulnerabilidad es de débiles". Esto genera un patrón de represión emocional que, con el tiempo, puede convertirse en un problema.
Lo primero es registrar tu cuenta de usuario y reservar una sesión de terapia. El día y hora reservados, accedes a la sesión a través del área de paciente con un solo clic.
¡Pedir ayuda no te hace débil, te hace inteligente!
Nuestro equipo sabe abordar los bloqueos emocionales masculinos sin estereotipos.
Sara Montejano Martín
Psicóloga clínica
M- 23946
Raquel Rodríguez Cortés
Psicóloga clínica
C-26828
Alejandro Altuna Bonilla
Psicólogo clínico
EX02054
Silvia Muñoz Morales
Psicóloga clínica
O-02997
María del Pilar Sánchez López
Psicóloga clínica
AO12346
Celia Nevado Ramos
Psicóloga clínica
M-34488
Andrea Foruria Domínguez
Psicóloga clínica
BI05376
Alba Reina Merino
Psicóloga clínica
M-35320
Ainara Nuñez Agraz
Psicóloga clínica
AN-11435
Alicia Ibáñez Anaya
Psicóloga clínica
AO12539
Esther Zatón Perona
Psicóloga clínica
M-39629
Marta Rodríguez Cortés
Psicóloga clínica
BI-05482
Esta terapia psicológica está diseñada específicamente para hombres que:
Identificar estas señales es el primer paso para mejorar tu bienestar emocional.
Técnicas Adaptadas para ti
Comunicación no confrontacional para que aprendas a expresarte sin sentirte "juzgado".
Reconocimiento emocional
Mediante ejercicios prácticos, por ejemplo: ¿Es ira o es frustración?
Enfoque en soluciones
No solo "hablamos", trabajamos en herramientas concretas.
Con nuestra terapia se evita estar reprimiendo constantemente las emociones, lo cual a largo plazo, genera:
Frustración acumulada con explosiones de ira desproporcionadas (ejemplo: enfado por cosas pequeñas) y ciclos de irritabilidad seguidos de culpa, que perpetúan el problema.
Pasividad extrema con desinterés por actividades que antes disfrutaban, como los hobbies o salir con amigos.
Aislamiento. La trampa de "puedo solo", evitar pedir ayuda por miedo a ser percibido como débil y la falsa autosuficiencia ("no necesito a nadie") que empeora el malestar y deteriora las relaciones (pareja, amigos o compañeros de trabajo).
Somatización, es decir, problemas físicos sin causa médica. Las emociones no gestionadas pueden manifestarse como dolores crónicos, digestivos, insomnio recurrente o fatiga constante.
NO ESPERES MÁS...
DESARROLLA UNA MASCULINIDAD SALUDABLE