SÍNTOMAS DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
Los síntomas de la dependencia emocional son una amalgama de procesos psicológicos emocionales y conductuales de los cuales podemos destacar los siguientes:
Idealización del otro
Los dependientes emocionales crea una imagen de la pareja idealizada. Los entienden cómo seres excepcionales, especiales y perfectos.
En esta imagen mental que crean sobrestiman las virtudes y eliminan los defectos que puede presentar la otra persona.
Pánico ante el abandono o rechazo de la pareja
La idea de ser abandonados o rechazados por su pareja genera mucha ansiedad y les hace anticipar escenarios en los que sufren de forma desmesurada.
Para evitar este posible sufrimiento su estrategia es la sumisión, ya que asumen que sí se adaptan cumpliendo los deseos y necesidades del otro estos no los abandonaran.
Miedo a la soledad
La soledad para el dependiente emocional es un estado angustioso por lo que se aferran obsesivamente a la persona de la cual dependen.
Autoestima baja
Las personas dependientes presentan una autoestima condicionada por los demás. Para ellos su relación es su fuente autoestima, en la medida en qué tienen una relación sienten que su valía personal aumenta.
No obstante y en la medida en la que desarrollan actitudes de sumisión su autoestima se va deteriorando.
Dificultad para la toma de decisiones
Las personas dependientes tienen verdaderas dificultades para tomar decisiones en relación a situaciones de pareja. Tienden a delegar las decisiones en el otro.
Necesidad de agradar
La necesidad de agradar es un aspecto fundamental en el dependiente emocional. Para conseguir la aceptación por parte de los demás se adapta y asume las necesidades opiniones y deseos del otro, sin hacer manifiestos los propios relegándolos a un papel secundario y sin importancia.
Sumisión
La conducta de sumisión es el comportamiento fundamental de un dependiente emocional. Los deseos y necesidades del otro son las realmente importantes y las que se deben cubrir y por tanto sus esfuerzos van encaminados a la satisfacción del otro aunque eso suponga el sacrificio de uno mismo.
Necesidad de acceso al otro en todo momento
El dependiente emocional sufre ante cualquier separación ya sea definitiva o temporal, por ejemplo cuando el otro realiza actividades individuales como salir con los amigos o estar en el trabajo.
En estas situaciones el dependiente necesita saber que el otro está cerca y establece múltiples contactos ya sea telefónico o mediante mensajes, mails etc. Estos contactos tienen el objetivo de asegurar que el otro sigue vinculado a la relación y apaciguar la ansiedad que le genera la separación.
Renuncias
En la dependencia emocional hay una pérdida importante de autonomía. En todas las relaciones se producen ciertas renuncias en pos de la relación, pero el dependiente emocional renuncia todo, familia amistades, a sus planes, necesidades porque estás ya no son importantes lo verdaderamente importante es el otro.
La importancia que se le otorga a otros aspectos vitales diferentes a la pareja es mínima, orientando todos los esfuerzos, tiempo y energía hacia el otro y la relación.
Sentimientos de vacío, preocupación y culpa
Los sentimientos de vacío son un eje principal en el mundo emocional del dependiente. Se sienten vacíos y desesperanzados si no están con su pareja y en el contexto de una relación, por lo que la perdida del ser amado es una preocupación constante en su vida y mantienen cierto estado de alerta para percibir las señales de alerta de una posible ruptura para así poder evitar que eso suceda.
Por otro lado se sienten culpables por los estados emocionales negativos de su pareja, consideran que si el otro se siente mal, ellos son los responsables.
Ansiedad de separación y síndrome de abstinencia
El hecho de separarse genera una gran ansiedad que no pueden gestionar por lo que entran en un síndrome de abstinencia que solo se controla sabiendo de la otra persona o teniendo un acercamiento. Incluso habiendo finalizado la relación intentan mantener el contacto.