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2 minutosPara crear este "sistema de votaciones" de las diferentes hipótesis que barajamos para establecer nuestras propias conclusiones tomamos dos fuentes de información.
Una fuente de información es la experiencia propia, a medida que vamos interactuando con el mundo recibimos de ella retroalimentación y a partir de aquí establecemos un modelos de la realidad para esa situación y otras que se le parezcan. Por ejemplo si un día me quemé con una cerilla, establezco una verdad del tipo "las cerillas queman si me acerco demasiado". Pero para simplificar mucho más el modelo de realidad y que me valga para muchas más situaciones del mismo estilo puedo establecer un modelo de realidad del tipo: "las fuentes de calor queman" así sabré como actuar si tengo una cerilla en la mano, si veo una hoguera, o un calefactor. Mi modelo de realidad me dice que tengo que mantenerme a una distancia prudencial para no quemarme.
Otra de las fuentes de información que nos ayudan a crear nuestros modelos de realidad es la socialización. Hay determinadas situaciones que no es necesario experimentar para sacar una conclusión de ellas. Por ejemplo, no es necesario que te tires de un quinto piso para saber que eso es peligroso, pero lo sabes porque alguien te ha dicho que es peligroso, lo has visto en la televisión, lo has leído etc.
Es evidente que socialmente recibimos mucha información pero no toda entra en nosotros, porque para que una información se integre en nosotros tiene que tener las siguientes características.
- La fuente de la que provenga sea una fuente creíble para nosotros.
- La información tenga sentido para nosotros, porque encaja con el modelo de realidad que ya tenemos establecido.
- Esa información sea ampliamente aceptada en la sociedad.
Por ejemplo, si "mi vecina del 5º" dice que el aceite de palma es nocivo para la salud igual me lo creo menos que si lo dice la OMS, por lo que cuanta más credibilidad le de a la fuente más probabilidad es que esa información la acepte como cierta y la integre en mi modelo de realidad.
por ejemplo, si yo ya tenía como cierto que las grasas saturadas son nocivas para la salud y que causan colesterol, el que el aceite de palma sea nocivo para la salud encaja perfectamente con este modelos que ya tengo preestablecidos. Si asumiera que las grasas saturadas no son nocivas para la salud y que para tener un cuerpo sano lo único que tengo que hacer es deporte, esta información no la aceptaré porque no encaja en mi modelo de realidad preestablecido.
Y en el caso de la tercera, ahora que se crea una debate a nivel amplio sobre el aceite de palma, asumo que es algo importante y que tanta gente no puede estar equivocada. Si la gran mayoría de la gente pensara que no es así, que no es nocivo, no calaría en nuestro sistema.
Ahora bien, todos los votos a favor y en contra no tienen el mismo peso a la hora de confirmar las hipótesis. Las experiencias personales que confirman o desconfirman una hipótesis tienen más peso que las experiencias que nos han contado y las informaciones que vienen de fuentes creíbles tienen más peso que las informaciones que vienen de fuentes a las que damos menos credibilidad.
