Si todavía no sabes qué es una relación liana o por qué puede estar afectando tu bienestar emocional, te recomendamos leer primero nuestro artículo anterior: “Relaciones liana: ¿Por qué saltamos de una relación a otra?”.

En este artículo te vamos a desvelar cuáles son las señales habituales, como afectas estas relaciones a la salud mental y cómo romper el ciclo de las relaciones liana.

¿Cuáles son las señales de que estoy en una relación liana?

Puede que alguna vez te hayas preguntado si es posible que estés o hayas estado en una relación liana, por ello, es importante atender a estas señales de alerta:

  • Has tenido muchas relaciones a lo largo de tu vida pero la mayoría han sido de poco tiempo.
  • No pasas tiempo en soltería entre relaciones.
  • Entras en relaciones sin evaluar si realmente eres compatible con esa persona.
  • Sientes una gran emoción cuando estás con esa persona pero un gran vacío cuando se aleja.
  • Sientes malestar o ansiedad cuando no estás en pareja.
  • Comparas a menudo tu actual pareja con lo que te generaba satisfacción de la anterior.
  • Dedicas poco tiempo a tu espacio individual y hobbies.
  • Tienes una gran necesidad de rápido compromiso con la otra persona.
  • Dejas a un lado tus necesidades por cumplir las de la otra persona.

¿Cómo afectan estas relaciones a la salud emocional?

Las relaciones liana suelen darse en personas con dependencia emocional, es decir, individuos que necesitan de forma constante la aprobación y la presencia del otro para sentirse bien. Viven la relación con una gran intensidad emocional, idealizan al otro y mantienen expectativas poco realistas sobre cómo debería desarrollarse el vínculo.

Este patrón puede desencadenar diversas consecuencias a nivel emocional, como tristeza profunda, sensación de soledad, episodios de ansiedad o depresión relacionados con la separación, e incluso hostilidad o una búsqueda insistente de afecto.

También pueden surgir comportamientos autodestructivos, descuido de las propias necesidades (autonegligencia), insatisfacción constante, autoengaño, falta de conciencia del problema y una sensación de estar atrapado en la relación, conocida como inescapabilidad emocional (De la Villa-Moral et al., 2018; Santamaría et al., 2015).

Por otro lado, se establecerá una relación poco sana al buscar complacer a la otra persona por completo, dando lugar a un posible sometimiento por miedo a la pérdida de la relación. Esto bloqueará el desarrollo a nivel personal de uno de los miembros de la pareja. Se buscará focalizar todos los esfuerzos en el ámbito de la relación, dejando a un lado otros aspectos importantes de la vida de la persona.

Se producirá una pérdida de identidad de uno mismo, pasando a identificarse y definirse solo en base a la relación y su comportamiento será guiado por las decisiones y límites que la otra persona establezca, quedando totalmente anulados los propios intereses.

¿Cómo romper el ciclo de las relaciones liana?

Por último, aquí tienes algunos consejos para terminar con el patrón de las relaciones liana y empezar a establecer relaciones más sanas y duraderas.

Aprender a disfrutar la soltería


La soltería puede ser un momento clave en tu desarrollo personal, puede ayudarte a disfrutar del tiempo con otras personas y a recuperar actividades placenteras en solitario que quizá durante el transcurso de la relación quedaron a un lado.

Te ayudará a atender únicamente a tus deseos y necesidades y a entender que el tiempo de calidad con uno mismo también es importante para después poder establecer una relación con otra persona.


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Cerrar el duelo


Es importante permitirse un tiempo para transitar todas las fases que componen el duelo tras una ruptura y recomponerse tras esa pérdida. Así, aprenderás que tu vida puede funcionar y tiene sentido a pesar de dicha pérdida.

Este proceso te permitirá conocer qué valores quieres seguir en futuras relaciones, aprender de los posibles errores que hayan tenido lugar y conocer qué límites personales no quieres traspasar de nuevo.

Tómate tu tiempo


Estos consejos no buscan decir que conocer a alguien nuevo esté mal, ni que debas aislarte por completo de las relaciones. No existe un tiempo exacto que deba pasar entre una relación y otra.

Sin embargo, es importante darte el espacio necesario para conocer a la nueva persona con calma y reflexionar si realmente podría convertirse en una pareja con la que construir algo sano y duradero.

Trabajar la autoestima y la independencia emocional


Como comentábamos anteriormente, es común que este tipo de relaciones se establezcan por personas inseguras de sí mismas que buscan el reconocimiento por parte del otro.

Es fundamental que antes de establecer una relación se trabaje en la elaboración de una adecuada autoestima, en la que partiendo de establecer un autoconcepto positivo, se acepten tanto los puntos fuertes como los débiles de uno mismo y la persona se evalúe como válida y merecedora de amor. Sin amor propio, no podremos dar cariño a otra persona.

Terapia psicológica para fortalecer la autonomía


Comprender que somos capaces de vivir y desarrollarnos de forma autónoma es fundamental para reconocer nuestras propias habilidades y fortalezas. Trabajar aspectos como la resolución de problemas, la toma de decisiones, la gestión emocional y el autocuidado nos permite sentirnos válidos ante los desafíos del día a día.

En este proceso, la terapia psicológica online puede ser una herramienta clave para reforzar nuestra autonomía y bienestar. Así, entendemos que no tener pareja no implica estar incompletos ni carecer de recursos para afrontar la vida.

Estos consejos pueden serte útiles para identificar tu situación sentimental actual y comenzar tu trabajo en la superación de este tipo de patrones, el acompañamiento de un profesional de nuestro equipo podrá guiarte en ello. En la terapia, podremos darte pautas y estrategias específicas para romper con el establecimiento de este tipo de relaciones tóxicas y prevenir las posibles consecuencias emocionales desagradables. Así, propiciarás la creación de relaciones más estables y satisfactorias en el futuro.

Bibliografía:

  • Castelló, J. (2005). Dependencia emocional: características y tratamiento (Vol. 260). Alianza editorial.
  • De la Villa-Moral, M., Sirvent, C., Ovejero, A., y Cuetos, G. (2018). Dependencia emocional en las relaciones de pareja como Síndrome de Artemisa: modelo explicativo. Terapia psicológica, 36(3), 156-166.
  • Santamaría, J. J., Merino, L., Montero, E., Cano, M., Fernández, T., Cubero, P., López, O. y González-Bueso, V. (2015). Perfil psicopatológico de pacientes con Dependencia Emocional. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatria de enlace, (116), 36-46.