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¿Qué es el síndrome de bata blanca?
Como hemos comentado, el síndrome de bata blanca también puede ser conocido como hipertensión de la bata blanca (HTABB o HBB) o efecto de la bata (EBB) y es un síndrome que se ha estudiado mucho en cardiología.
Los cardiólogos lo definen como:
Condición clínica en la que la tensión o presión arterial aumentan cuando la persona está en una consulta médica.
(Alcalá, 2007).
Además, otros autores como Villalba et al. (2004) destacan que, para poder diagnosticarse, debe haber una diferencia de 20/10 mmHg entre la tensión arterial que se mide en consulta y la que se mide fuera del centro médico.
En referencia a la prevalencia, no hay muchos estudios que hablen sobre ella, pero Martínez (1999; citado en Guerra, 2001) a través de una investigación, concluyó que en España hasta un 39% de las personas que eran tratadas como hipertensas tenían este síndrome.
En cuanto a quiénes afecta más, podríamos decir que es más frecuente en mujeres que en hombres y que, aunque puede aparecer en todas las etapas de la vida, se produce con más frecuencia en adultos jóvenes (Alcalá, 2007).
¿Qué causa el EBB?
El EBB podría considerarse como una respuesta de estrés agudo. En otras palabras, la persona afectada experimenta una reacción psicológica exagerada cuando tiene que ir al médico. Se sabe que es una reacción psicológica, entre otras cosas, porque no es que el médico haga mal la medida o que el tensiómetro falle, si no que es una reacción que tiene la persona afectada cuando se enfrenta al médico en cuestión.
En cuanto a las causas, hay diferentes teorías y se han hecho diversas investigaciones que han tenido como objetivo comparar a personas con hipertensión crónica con aquellas personas que tienen EBB en diferentes aspectos como: niveles de ansiedad, características de personalidad, etc. Sin embargo, según Amigo (1994) lo único que parece tener sentido es que la EBB es una respuesta psicofisiológica específica que se produce en un contexto en el que se hace la medida de la tensión arterial, por lo que podría ser una respuesta condicionada.
Alcalá (2007), por su parte destaca que, es una respuesta que se produce por tener que estar en un contexto incómodo (un hospital o una consulta médica). Esta reacción es una respuesta neuroendocrina que se produce por la presencia de un estrés agudo. Es más, menciona que la adrenalina y noradrenalina que se generan en ese momento generan consecuencias a nivel cardíaco.
En resumen, se trata de una reacción psicológica a algo que podemos considerar como una amenaza. Otros autores también lo relacionan con una fobia específica a los médicos o entornos sanitarios por malas experiencias previas.
¿Qué consecuencias tiene?
Las consecuencias que puede tener este fenómeno son muchas y pueden llegar a ser muy graves. Como hemos comentado, se produce, sobre todo, en personas jóvenes. Esto puede llegar a hacer que personas jóvenes que no tienen hipertensión arterial sean consideradas hipertensas y, en consecuencia, tomen medicación de manera crónica.
En otras palabras, personas jóvenes que no son hipertensas son medicadas como si lo fueran. Esto podría llegar a hacer que la tensión de estas personas bajase demasiado y que tuvieran otros efectos secundarios asociados a la toma de estos medicamentos. Como, por ejemplo: deshidratación, calambres musculares, problemas cardíacos, etc.
Pautas para gestionar el síndrome de la bata blanca
Como hemos comentado, la hipertensión de bata blanca es una respuesta de estrés agudo que se produce ante un contexto médico. Por lo que, estaría bien seguir alguna de las siguientes pautas con el objetivo de controlar la reacción de estrés que se puede llegar a producir:
- Intenta ir acompañado a la consulta. De esta manera se reducirán las anticipaciones o pensamientos obsesivos relacionados con el momento. Si vas acompañado no tendrás tanto tiempo para estar a solas con los pensamientos.
- Intenta controlar tu pensamiento. Busca actividades distractoras para hacer los momentos antes de tener que acudir al médico. La reestructuración cognitiva y las auto instrucciones podrían ser un gran aliado.
- Técnicas de relajación. Estaría bien que practicaras alguna técnica de relajación como, por ejemplo, imaginación de escenas relajantes, relajación de Jacobson antes de salir de casa, etc.
- Técnicas de respiración. Para ese preciso momento en el que estás en la sala de espera o, incluso, ya estás dentro de la consulta, te recomendamos que practiques alguna técnica de respiración como, por ejemplo: técnica de respiración 4-7-8 (consiste en coger aire durante 4 segundos, mantenerlo durante 7 y expulsarlo durante 8). De esta manera conseguirás controlar la respiración.
A nivel médico, con el objetivo de reducir los falsos positivos, estaría bien que, si se sospecha de hipertensión arterial, se realizasen diferentes medidas y por diferentes personas. Por ejemplo, se podría realizar la monitorización en el domicilio a través de tensiómetros electrónicos o la toma de la tensión por profesionales sanitarios que no sean médicos.
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Conclusiones
Es importante tener en cuenta que aquellas personas que tienen síndrome de bata blanca podrían ser diagnosticadas como hipertensas. Por lo que, en muchas ocasiones, podrían llegar a tomar medicación que quizás no necesitan. Por ello, es de gran relevancia realizar una evaluación exhaustiva y tener en cuenta los sesgos o variables psicológicas a la hora de determinar si una persona tiene la tensión alta o no.
Si eres una persona afectada por este síndrome te recomendamos que realices técnicas que tengan como objetivo controlar la ansiedad que puede producir la situación. Si siguiendo las pautas anteriores no logras controlar el EBB te recomendamos que acudas a un profesional de la salud mental para que pueda evaluar tu caso y ofrecerte técnicas adecuadas a tus necesidades. En PsicoGlobal, pioneros en terapia online, podemos ayudarte.
Referencias bibliográficas
- Alcalá, G. (2007). Hipertensión de bata blanca. Revista Salud Uninorte, 23(2), 243-250.
- Amigo, I. (1994). Hipertensión de bata blanca: ¿Una hipertensión condicionada? Análisis y modificación de conducta, 20 (69), 19-30.
- Guerra, A. F. R., López, L. R., Ayala, G. V., Rivera, J. L. N., y Nuevo, J. J. L. (2001). Prevalencia de la hipertensión de bata blanca en población geriátrica con diagnóstico de hipertensión sistólica aislada. Revista Española de Cardiología, 54(9), 1116-1118.
- Villalba, F., Lapetra, J., Mayoral, E., Espino, A., Cayuela, A., y López, J. M. (2004). Estudio mediante monitorización ambulatoria de la presión arterial del efecto de bata blanca en hipertensos tratados y controlados en atención primaria. Revista Española de Cardiología, 57(7), 652–660.