El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un patrón de preocupaciones excesivas que se caracteriza por una amplia gama de síntomas que se pueden categorizar en 4 grandes grupos:
físicos, cognitivos, emocionales y conductuales.
Síntomas físicos
Tensión muscular: sensación de estar constantemente con los músculos tensos, rígidos o con dolor.
Fatiga: sensación de falta de energía, incluso sin haber hecho un esfuerzo físico significativo. La persona se siente cansado o agotado con frecuencia.
Problemas de sueño: dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, ya que se producen recurrentes despertares nocturnos en muchos casos.
Inquietud: incapacidad para relajarse, estando en una sensación constante de estar nervioso o agitado.
Síntomas gastrointestinales: alteraciones del apetito o de los hábitos alimentarios. También se pueden presentar síntomas como náuseas, diarrea, sensación de indigestión o dolores abdominales.
Otros síntomas: se pueden presentar dolores de cabeza, sudoración o escalofríos, mareos o una sensación de aturdimiento.
Síntomas cognitivos
Dificultades para controlar la preocupación: se presenta una dificultad para detener o controlar las preocupaciones. Los pensamientos se convierten en intrusivos y repetitivos, por lo que es difícil ignorarlos.
Indecisión y dudas: dificultades para tomar decisiones, incluso para tareas simples de la vida cotidiana. Se presenta una gran preocupación por no tomar las decisiones correctas.
Problemas de concentración: tendencia a distraerse fácilmente por la preocupación, lo que conlleva una dificultad para enfocarse en tareas o actividades.
Pensamientos catastróficos: tendencia a imaginar el peor de los escenarios en las situaciones. También se presenta una tendencia a sobreestimar los riesgos o peligros en situaciones cotidianas.
Síntomas emocionales
Ansiedad persistente y excesiva: preocupación constante por diversos temas, eventos o actividades, los cuales en algunos casos no revisten de importancia.
Irritabilidad: la ansiedad viene acompañada de irritabilidad y de reacciones de enfado exageradas a situaciones menores que antes no causaban enfado.
Sentimientos de desastre inminente: miedo constante a que se produzca un desastre o una emergencia para la que no se está preparado.
Síntomas conductuales
Evitación: Evitación de situaciones, actividades o personas que se perciben como causas de la ansiedad que se experimenta. También se realiza evitación en la toma de decisiones por miedo a que conlleven resultados negativos.
Procrastinación: Tendencia a retrasar o posponer actividades, tareas y decisiones debido a la ansiedad y la incapacidad para manejar las preocupaciones. Lo que a su vez alimenta la ansiedad porque se acumulan las tareas pendientes.
Preparación: Tendencia a dedicar una cantidad excesiva de tiempo y esfuerzo, a prepararse para eventos o situaciones, incluso para aquellos en los que la probabilidad de que ocurra algo negativo es mínima. Esto normalmente se manifiesta en la necesidad de tener planes detallados para hacer frente a posibles escenarios futuros.
Comprobación: Búsqueda constante de tranquilización a través de las opiniones de los demás, ya sea en las decisiones que se han tomado o sobre las preocupaciones que experimentan.
Es importante apuntar que los síntomas pueden variar en frecuencia o intensidad en el transcurso del trastorno de ansiedad generalizada.