La ansiedad por separación es un tipo de ansiedad que afecta a muchas personas alrededor de todo el mundo y ocurre cuando nos tenemos que separar de personas que son importantes para nosotros. En esta página vamos a hablar sobre qué es, cómo afecta a las personas adultas, cuáles son sus síntomas, las posibles causas y las consecuencias.
El trastorno de ansiedad por separación o TAS también puede ser conocido como SAD ("Separation Anxiety Disorder"). Es un trastorno que se produce, según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 2013), cuando la persona presenta ansiedad a la hora de tener que estar separada de las personas que ella considera clave, de apego o de referencia. En otras palabras, cuando tiene que estar separada de personas que para ella son de vital importancia.
Son muchas las personas que padecen este trastorno. Se podría decir que la prevalencia es bastante elevada, ya que un estudio realizado por Shear et al. en el año 2006 puso de manifiesto que se produce en el 4,1% de los niños y en un 6,6% de los adultos. Además, un tercio de las personas que participaron en el estudio, en concreto el 36,1% de los casos, fueron clasificadas como casos infantiles porque su aparición se produjo en la infancia, pero el trastorno persistió hasta la edad adulta.
Por lo general es un trastorno que se cree que se produce mayormente en niños. Sin embargo, como hemos visto también puede presentarse en adultos y es bastante prevalente. Es más, el manual de diagnóstico de trastornos mentales de la APA (2013) establece que puede presentarse tanto en niños como en adultos.
El único requisito para presentarse en adultos es que la ansiedad sea inapropiada para el nivel de desarrollo que tiene la persona afectada.
Pongamos un para entenderlo mejor.
Carlos es un hombre adulto que tiene un hijo de 25 años. Cada vez que su hijo tiene que salir de viaje de negocios siente un miedo que le incapacita.
Sabe que su hijo va a estar trabajando mucho y que pueden mantener el contacto por teléfono, pero después de que se vaya, Juan empieza a encontrarse mal y a sentir mucha ansiedad.
Siente inquietud, no puede concentrarse en las cosas que tiene que hacer durante el día, no tiene hambre y se pasa las noches despierto pensando en cómo estará su hijo.
Mira el teléfono cada poco para ver si tiene noticias de su hijo y solo se calma cuando su hijo le escribe algún WhatsApp o le llama.
Con el paso de los días la ansiedad aumenta y le aparecen pensamientos irracionales, ya que anticipa que a su hijo le va a pasar algo malo.
Cuando su hijo vuelve Juan deja de sentir ansiedad.
La APA (2013) establece que los síntomas para el diagnóstico de la ansiedad por separación, son los siguientes:
Para poder establecer el diagnóstico, es importante que esta ansiedad se produzca durante cuatro semanas en niños y adolescentes y durante al menos seis meses o más en personas adultas.
Se sabe que para su aparición interaccionan diferentes factores ambientales y biológicos:
Las consecuencias pueden ser muchas y, algunas de ellas, muy limitantes.
Es importante dividirlas en dos. Por un lado, las consecuencias en niños y, por otro lado, las consecuencias en adultos.
En cuanto a los niños, destacan que el TAS pueden afectar mucho y de manera muy negativa al desarrollo social y emocional de un niño:
En referencia a las consecuencias en la vida adulta, podríamos decir que son similares.
Según la APA (2013) en adultos el TAS puede limitar la capacidad de estas personas para afrontar cambios. Por ejemplo, cuando una persona tiene que mudarse, irse de casa, etc. puede sentir mucha ansiedad o puede llegar a evitarlo. Asimismo, las personas adultas con este trastorno a menudo presentan preocupación excesiva por sus hijos o parejas y presentan mucha ansiedad cuando se tienen que separar de ellos.
Una persona con TAS puede llegar a dejar un trabajo en el que tenga que viajar por no tener que exponerse a esta separación.
Por tanto, podríamos decir que el TAS puede generar graves consecuencias en la vida de las personas que lo padecen.
Escrito por Raquel Rodríguez Cortés, Psicóloga General Sanitaria.
Referencias bibliográficas