Qué te preguntan en una terapia de pareja
La terapia de pareja es un espacio seguro donde los miembros de una relación trabajan juntos, guiados por un psicólogo de pareja, para mejorar la comunicación, resolver conflictos y problemas presentes en la relación y fortalecer el vínculo de pareja.
Durante las sesiones, es común que el psicólogo proponga a la pareja trabajar en preguntas diseñadas para explorar la dinámica de la relación y fomentar la autorreflexión. En este artículo, te explicamos qué preguntas se plantean habitualmente en una terapia de pareja y qué dudas podrían surgir antes de iniciar este proceso.
Preguntas frecuentes que plantea el psicólogo en una terapia de pareja
En las primeras sesiones, el psicólogo busca comprender cómo funciona la relación y cuáles son los problemas que llevan a la pareja a buscar ayuda. Estas son algunas preguntas que suelen plantearse:
¿Qué os ha llevado a buscar terapia de pareja?
El terapeuta de pareja necesita saber cuáles son los conflictos principales o las dificultades que enfrentan y que les han llevado a tomar la decisión de realizar terapia de pareja. Esta pregunta ayuda a identificar las áreas prioritarias para trabajar en la terapia.
¿Cómo describirías tu relación actualmente?
Ambos miembros de la pareja comparten su perspectiva individual sobre la relación, esto es como ven la relación y como la viven desde su plano personal.
Esto da lugar a un análisis más profundo sobre la percepción que cada uno tiene y hasta que punto estas visiones personales de la relación pueden ser semejantes o diferentes.
¿Qué es lo que más valoras de tu pareja?
Esta pregunta busca rescatar los aspectos positivos de la relación, recordando lo que une a la pareja y fomentando una base para la reconciliación. También busca conectar a los miembros de la pareja a través de un las fortalezas de la relación.
¿Cuáles son los principales conflictos que enfrentáis?
Aquí el psicólogo de pareja busca entender cuáles son los temas recurrentes de discusión o tensión en la pareja, como la comunicación, la convivencia, las finanzas o la vida íntima.
¿Cómo soléis gestionar los desacuerdos?
El terapeuta explora el estilo de comunicación y la capacidad de resolución de conflictos de la pareja. Esto ayuda a identificar patrones disfuncionales que se mejorarán a través del proceso terapéutico que va a desarrollar la pareja.
¿Qué expectativas tenéis de la terapia?
Saber qué espera cada miembro de la pareja, tanto de su pareja, de la relación como de la terapia es clave para establecer metas realistas y trabajar hacia ellas de manera conjunta.
¿Hay experiencias del pasado que influyan en vuestra relación actual?
Se indaga si traumas, conflictos no resueltos o experiencias anteriores impactan en la dinámica de la relación. Esta pregunta permite identificar aspectos personales e individuales que cada miembro de la pareja proyecta en la relación y si es necesario tratarlos ya sea en terapia de pareja o terapia individual.
Preguntas para reflexionar durante la terapia de pareja
Además de las cuestiones planteadas por el psicólogo, muchas preguntas se formulan como ejercicios de reflexión para los miembros de la pareja. Algunas de estas son:
- ¿Qué significa el compromiso para cada uno de vosotros?
- ¿Os sentís escuchados y comprendidos en la relación?
- ¿Cómo podríais mejorar vuestra forma de expresar afecto o necesidades?
- ¿Qué estáis dispuestos a cambiar o mejorar por el bien de la relación?
- ¿Cómo imagináis vuestra relación dentro de cinco años?
Estas preguntas no solo ayudan al terapeuta de pareja a guiar las sesiones, sino que también permiten que la pareja profundice en su autoconocimiento y en la comprensión mutua.
Preguntas frecuentes antes de iniciar una terapia de pareja
Antes de acudir a terapia, es normal que las parejas tengan dudas y temores sobre el proceso. Si este es vuestro caso y no teneis claro si estaís listos para realizar terapia, aquí teneis unas preguntas de reflexión que os ayudarán a despejar las dudas:
¿Estamos preparados para hablar abiertamente?
La honestidad es clave en la terapia. Es importante que ambos miembros estéis dispuestos a expresar vuestros pensamientos y sentimientos, incluso si surgen temas incómodos.
¿Podremos tratar asuntos tabú o difíciles en público?
Algunas parejas se preocupan por hablar de temas delicados, como la intimidad, la fidelidad o los conflictos familiares. Reflexionar sobre esto os ayudará a anticipar cómo os sentiréis durante las sesiones.
¿Estamos dispuestos a escuchar sin juzgar?
La terapia requiere empatía y apertura para comprender la perspectiva de la otra persona sin entrar en un modo defensivo. Plantearos como podéis aplicar vuestra capacidad empática en las sesiones para entender y aceptar la pespectiva de vuestra pareja.
¿Tenemos metas claras para nuestra relación?
Aunque no siempre es necesario tener objetivos completamente definidos, ayuda mucho tener una idea de qué se espera lograr con la terapia y que disposición personal tenéis para trabajar en la consecución de estos objetivos.
¿Es este el momento adecuado para empezar?
A veces, el estrés externo o problemas individuales pueden interferir con el proceso. Es importante valorar si ambos estáis en un punto en el que podais comprometeros plenamente.