¿Alguna vez has sentido que comes sin control, incluso cuando no tienes hambre?
¿Te has encontrado comiendo grandes cantidades de comida en poco tiempo y después sintiéndote culpable?
¿Sientes que no puedes parar, aunque quieras?
Si te identificaste con estas preguntas, en este artículo hablaremos de un problema que afecta a muchas personas, pero que pocas veces se habla sin culpa: el trastorno por atracón. Por esto hoy vamos a ver que es el trastorno por atracón, mitos y verdades sobre este trastorno, cuáles son sus causas y las consecuencias.
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¿Qué es el trastorno por atracón?
El Trastorno por Atracón (Binge Eating Disorder o BED) se caracteriza por episodios repetidos en los que una persona consume grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo, sintiendo que no puede parar, aunque no tenga hambre.
Síntomas del trastorno por atracón
Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), el TPA se diagnostica cuando estos episodios ocurren al menos una vez por semana durante tres meses y presentan al menos tres de los siguientes síntomas:
- Comer mucho en poco tiempo, incluso cuando no hay hambre.
- Sentir que no se puede parar de comer, aunque se quiera.
- Comer más rápido de lo normal.
- Comer en secreto por vergüenza.
- Sentirse incómodamente lleno/a después del atracón.
- Experimentar culpa, tristeza o vergüenza tras el episodio.
Diferencias entre el trastorno por atracón y otros trastornos de la alimentación.
Existen diferentes tipos de trastornos de la alimentación y tienen síntomas parecidos por lo que me gustaría hablar de las diferencias entre estos trastornos para que puedas identificarlo correctamente.
El trastorno por atracón, como hemos visto se caracteriza por episodios de ingesta excesiva de comida y una sensación de pérdida de control al comer. No hay conductas compensatorias como vómitos o ayunos extremos.
En la bulimia tenemos episodios de atracón, pero acompañados de conductas compensatorias como vómito, uso de laxantes o ejercicio excesivo. En este trastorno existe un miedo intenso a subir de peso. Generalmente, la persona mantiene un peso dentro del rango normal o con leves variaciones.
Por último, en la anorexia nerviosa encontramos una conducta de restricción extrema de la comida por un miedo intenso a engordar. Otra de las características es que la persona tiene una percepción distorsionada del cuerpo (aunque estén muy delgados, se ven con sobrepeso). También encontramos que el peso corporal está muy por debajo de lo saludable.
En resumidas cuentas, podemos decir que en la anorexia hay una restricción extrema. En la bulimia hay atracones con purgas. En el TPA hay atracones sin purgas, pero con un gran impacto emocional.
MITOS Y REALIDADES DEL TRASTORNO POR ATRACÓN
Muchas personas creen que se trata simplemente de “comer mucho” o de “falta de voluntad”, de "no tener capacidad de control" o el "comportamiento de la típica persona que siempre está picando", cuando en realidad es un problema serio que afecta tanto la salud física como la emocional.
Por esto es importante desmontar los mitos más comunes sobre el trastorno por atracón y a conocer la realidad detrás de este trastorno.
Mito 1: “El trastorno por atracón es solo comer en exceso”
Realidad: No es lo mismo comer mucho en una fiesta o darte un antojo, que en un momento dado nos puede pasar a todos, que padecer un trastorno por atracón (TPA).
En el TPA, los atracones son recurrentes y descontrolados y la persona siente que no puede parar de comer, aunque quiera. Además, estos episodios van acompañados de sentimientos de culpa, vergüenza y malestar emocional.
Mito 2: “El trastorno por atracón solo le pasa a personas con sobrepeso”
Realidad: El TPA puede afectar a personas de cualquier peso corporal.
Aunque es cierto que algunas personas con TPA pueden tener sobrepeso u obesidad, muchas otras tienen un peso dentro del rango normal. Esto hace que el trastorno pase desapercibido y que muchas personas no busquen ayuda porque creen que “no tienen un problema grave.”
Recordemos que el TPA es un trastorno de la conducta alimentaria, no un problema de peso.
Mito 3: “Si tienes trastorno por atracón, es porque te falta fuerza de voluntad”
Realidad: El TPA no es un problema de fuerza de voluntad, sino un trastorno psicológico que tiene raíces en factores emocionales, biológicos y sociales.
Muchas personas usan la comida como una forma de regular el estrés, la ansiedad o la tristeza. Además, hay estudios que muestran que el cerebro de quienes tienen TPA tiene alteraciones en la producción de dopamina y serotonina, lo que refuerza los episodios de atracón.
Mito 4: “El trastorno por atracón no es tan grave como la anorexia o la bulimia”
Realidad: El TPA puede tener consecuencias físicas y emocionales iguales de graves que otros trastornos alimentarios.
Puede aumentar el riesgo de:
- Problemas metabólicos como la resistencia a la insulina.
- Problemas cardiovasculares debido a los cambios en el peso y la alimentación descontrolada.
- Ansiedad, depresión y baja autoestima, ya que la culpa y la vergüenza generan un ciclo de malestar emocional difícil de romper.
Mito 5: “Para superar el trastorno por atracón, solo tienes que hacer dieta”
Realidad: Las dietas restrictivas pueden empeorar el TPA en lugar de solucionarlo.
La cultura de la dieta (prohibirse ciertos alimentos, contar calorías obsesivamente o hacer restricciones extremas) puede desencadenar más atracones, ya que el cuerpo y la mente entran en un
3. CAUSAS DEL TRASTORNO POR ATRACÓN: ¿POR QUÉ OCURRE?
¿Por qué algunas personas tienen episodios de atracón? Como hemos visto, no es solo cuestión de fuerza de voluntad, antojos, sino que existe causas mucho más profundas y arraigadas por las que algunas personas desarrollan este trastorno de alimentación. Veamos las principales:
1. Factores emocionales y psicológicos
El estrés, la ansiedad y las emociones difíciles pueden desencadenar atracones.
Muchas personas usan la comida como una vía de escape o consuelo emocional. También si la persona tiene una sensación de vacío o insatisfacción en diferentes áreas de su vida la comida se convierte en una fuente momentánea de placer o distracción.
Comer en exceso se convierte en una forma de mecanismo de gestión emocional, tanto para aliviar como para premiar emociones, sin embargo, estos estados de alivio o euforia emocional son temporales, y sea cual sea el mecanismo que nos lleva al atracón, al final sentimos culpa y vergüenza
2. Factores biológicos y hormonales
El cerebro también juega un papel clave en el TPA.
Comer ciertos alimentos, especialmente ultraprocesados y altos en azúcar o grasa, libera dopamina (el neurotransmisor del placer). Esto refuerza el comportamiento de atracón porque el cerebro asocia la comida con recompensa inmediata. Los ciclos de restricción y atracón afectan la regulación del hambre y la saciedad. Cuando una persona restringe demasiado su alimentación, su cuerpo responde con un aumento del apetito y deseo de comer en exceso.
3. Cultura de la dieta y mentalidad de restricción
La presión por seguir dietas estrictas puede llevar a la obsesión con la comida y a la sensación de prohibición. Y lo prohibido… ¡Se vuelve más tentador!. Así entra en juego un bucle de restricción y prohibición que hace que comamos en atracones. Por esto quiero explicarte el ciclo de la dieta y el atracón.
El ciclo de la dieta y el atracón:
- Se impone una restricción extrema.
- Aumenta el deseo por ciertos alimentos.
- Se empieza a comer algo que para ti esta prohibido.
- Llega la culpa y se reinicia la restricción.
4. Factores sociales y familiares
La sociedad y la familia también influyen en la relación con la comida.
Uno de los factores es la presión cultural: Desde pequeños, nos enseñan que hay cuerpos “ideales” y que ciertos alimentos son “buenos” o “malos”. Esto puede generar culpa y patrones de atracón.
Otro factor son los modelos familiares: Si en casa hay mensajes como "Tienes que terminar todo en el plato", "No comas tanto, engordarás", o se usa la comida como recompensa o castigo, esto puede afectar la relación con la alimentación.
CONSECUENCIAS DEL TRASTORNO POR ATRACÓN
Cuando pensamos en las consecuencias del trastorno por atracón, se nos viene a la mente que la consecuencia es el aumento de peso, y si bien es cierto que para algunas personas esta es una de las consecuencias, lo cierto es que esto es uno de los múltiples aspectos que conforman las consecuencias de este trastorno, por eso vamos a ver otras consecuencias de los atracones:
1. Consecuencias físicas
Los atracones repetitivos pueden provocar una serie de problemas de salud, incluso si la persona no tiene sobrepeso.
- Problemas digestivos: Comer grandes cantidades en poco tiempo puede causar hinchazón, dolor abdominal, reflujo y digestión lenta.
- Alteraciones metabólicas: Los ciclos de atracón pueden afectar el equilibrio del azúcar en sangre, aumentando el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Aumento de peso: No todas las personas con TPA tienen sobrepeso, pero muchas sí pueden experimentarlo debido al exceso de calorías y la falta de control en la alimentación.
- Riesgo cardiovascular: La alimentación descontrolada y el posible aumento de peso pueden derivar en hipertensión, colesterol alto y problemas cardíacos.
- Fatiga y falta de energía: El consumo de alimentos ultraprocesados en grandes cantidades puede causar picos y caídas de azúcar en la sangre, generando cansancio extremo.
2. Consecuencias emocionales y psicológicas
Entre las consecuencias emocionales y psicológicas encontramos:
- Culpa y vergüenza: Como hemos visto anteriormente las emociones posteriores a los atracones son la culpa y la vergüenza.
- Aislamiento social: Algunas personas evitan salir con amigos o familia por miedo a que noten su problema o por vergüenza a comer en público.
- Baja autoestima: La sensación de falta de control sobre la comida puede hacer que una persona se sienta débil o incapaz.
- Ansiedad y depresión: El TPA suele estar relacionado con trastornos del estado de ánimo, lo que crea un círculo vicioso: la persona se siente mal, come para aliviarse y luego se siente peor.
3. Consecuencias en la Relación con la Comida
El trastorno por atracón transforma la relación con la comida y convierte la alimentación en una fuente de ansiedad y miedo. En este caso, la persona deja de ver la comida como una fuente de nutrición y placer, y la asocia con descontrol y culpa.
Otra de las consecuencias en la relación con la comida es que se desarrolla miedo a ciertos alimentos: Para evitar atracones, algunas personas intentan prohibirse ciertos alimentos, lo que muchas veces termina en un deseo incontrolable y más atracones, y como hemos visto, esto se convierte en un ciclo de restricción y descontrol.
Bibliografía:
- Baile Ayensa, J. I., & González Calderón, M. J. (2020). Trastorno por Atracón: Diagnóstico, Evaluación y Tratamiento. Pirámide.
- American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Editorial Médica Panamericana.
- Scielo México. (2015). El Trastorno por Atracón: Análisis y Tratamientos. Revista Salud Mental. Recuperado de https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S2007-15232015000200097&script=sci_arttext