Cuando a la hora de percibir algo se entremezclan diferentes tipos de sensaciones provenientes de sentidos distintos, estamos ante la sinestesia, por decirlo más claramente, ver sonidos, oír colores, tocar emociones o saborear colores u objetos al tacto... Ante esto no estamos hablando de que la persona que siente de esta manera tenga dichas asociaciones por aprendizaje o porque crea sentirlo así, sino que lo siente realmente, es su realidad, invariablemente el número 7 es de color rojo, y además siempre lo será, aunque para otra persona sinestésica el número 7 sea de otro color, pues la sinestesia no es uniforme entre las personas que la tienen.
Hay perfumes frescos como carne de niño, dulces como los oboes, verdes como las praderas. Y hay otros corrompidos, ricos y triunfantes.
Charles Baudelaire
Esta manera extraordinaria de experimentar el mundo ordinario les facilita recordar las cosas, si al oír una nota de piano ve el color azul y otras notas en diferentes colores, si cada número es de un color, les resulta fácil recordar e interpretar escalas, pero no están locas ni se lo inventan, la sinestesia no es un trastorno neurológico, sino el resultado de una configuración diferente del cerebro que genera activaciones trasversales entre sus áreas.
La sinestesia no significa tener un cerebro anómalo o diferente al común, ni se explica porque la persona tenga asociaciones fuertes a base de sus vivencias pasadas, como de pequeño haber tenido un póster con números de colores en su cuarto, ni tampoco si aseguran que una manzana tiene sabor estruendoso es que estén diciendo metáforas de forma premeditada como las que se pueden emplear en literatura para reforzar el significado de las cosas, lo que sucede es que en su cerebro se dan activaciones trasversales entre áreas del cerebro que normalmente no se darían y que generan esas realidades, digamos, tan "surrealistas".
En el caso de la sinestesia grafema-color, es el aspecto visual del número el que confiere su color, para alguien que ve el número 7 de color rojo invariablemente, si le mostramos el número VII (escrito en números romanos), no se experimenta ningún color, el concepto numérico no afecta en esta caso y de igual manera si le dibujamos en blanco y negro un limón, esa persona sabe que esa fruta es de color amarillo, porque los ha visto al natural muchas veces, e incluso si quiere usar su imaginación puede imaginarsela del color que quiera, como cualquier otra persona, por ejemplo de color morado, sin embargo si ve en blanco y negro el número 7, este sigue siendo rojo, de hecho si el número es blanco sobre fondo negro, verá un rojo mas vivo aun.
El doctor Ramachandran, un eminente neurólogo, durante sus estudios de la sinestesia hizo diferentes pruebas, por ejemplo dibujar el número 7 en la mano de una estudiante con sinestesia, que debía tener los ojos cerrados, la cual en principio no veía color alguno aunque sabía que era un siete, pero a medida que iba visualizando el siete en su imaginación, este se tornaba de un color rojo apagado. Igual paso si el doctor repetía hablando el siete varias veces, en cuanto empezaba a visualizarlos, eran rojos, e incluso al repetir números distintos, la alumna afirmaba estar viendo un arcoíris, cada número un color.
Estos colores asociados al número eran más claros cuando los números estaban mas alejados, pero juntándolos los colores luchaban entre si, de forma que se le ocurrió dibujarle un número 7, pero empleando el color verde, lo cual fue molesto para la alumna, el número le chirriaba, le parecía horrendo, algo le fallaba, ella no mezclaba el color real (verde) con su color mental (rojo), veía ambos a la vez, pero le resultaba horrible.
Para las personas sinestésicas, sus sensaciones perceptuales son irreprimibles, son automáticas e involuntarias, de ahí que la representación del 7 en color verde le provocara tal aversión.
Test Popout con sinéstesicos.
Otro de los experimentos de Ramachandran con personas sinestésicas fue realizar un test denominado popout, usado por psicólogos/as para determinar si un efecto tiene que ver realmente con la percepción o es algo meramente conceptual. Para explicar el test de popout expondremos las siguientes figuras.
Figura 1 | Figura 2 |
Nuestro sistema visual puede detectar, agrupar y segregar fácilmente las líneas inclinadas de la Figura 1, saltan a la vista (efecto popout), es capaz de agruparlas mentalmente y formar un plano separado, estas forman claramente la forma global de una X y lo mismo sucede con los puntos rojos entre puntos verdes de la Figura 2, que constituyen la forma global de un triángulo.
Si intentamos realizar lo mismo en la Figura 3 a continuación, con unas cuantas T entre muchas L, aun a pesar de ser diferentes entre si, no sucede lo mismo, no hay efecto popout, no las podemos agrupar con facilidad, hay que ir examinándolas una a una para diferenciarlas.
Figura 3 |
Podría decirse que sólo ciertos rasgos "primitivos" o elementales de la percepción, como la orientación y el color, son fácilmente identificables, seguramente como cualidad para descubrir objetos ocultos en el mundo, por ejemplo un depredador entre el follaje, de forma que de un vistazo se active la categoría mental del depredador y podamos reaccionar y ponernos a salvo. Por tanto si el rasgo que vemos es elemental, nuestro cerebro lo ha asimilado en fases tempranas del procesamiento sensorial, y nos resulta fácil distinguirlo, pero en el caso de la T y la L, tenemos una interpretación superior y conceptual, más compleja, lo cual pasa también con números, no dándose el mismo reconocimiento sensorial por distintas que sean entre si.
Si a una persona sinestésica se le muestra la Figura 4, consistente en números 2 y 5 esparcidos, todos del mismo color, dicha persona al tenerlos asociados a colores, experimenta el efecto popout, pues su percepción se lo permite, mientras que al resto nos sucederá como con la imagen de la T y la L. La persona sinestésica verá la imagen de la misma manera que la Figura 5, donde todos podemos experimentar el efecto popout con facilidad.
Figura 4 | Figura 5 |
Ramachandran les enseñaba estas imágenes en intervalos de tiempo cortos, para evitar que pudieran hacer un reconocimiento elemento a elemento, y las personas sinestésicas obtenían la forma global del subconjunto en un 80% a 90% de las veces, mientras que el resto lo hacía en un 50%, más por intuición. Esto demostraba que los colores inducidos del sinestésico son realmente sensoriales y no recuerdos o asociaciones de la infancia.
DE DÓNDE VIENE LA SINESTESIA
Se sabe que uno de los principales centros cerebrales del color es el área llamada V4, en la circunvalación fusiforme de los lóbulos frontales , y al lado de V4 hay áreas especializadas en números, dado que cuando ese área tiene lesiones, los pacientes pierden habilidades aritméticas. Esto unido al hecho de que la sinestesia mas común es la de numero-color refuerza la hipótesis de la conexión transversal entre áreas del cerebro. No quiere decir que todas las funciones estén localizadas en el cerebro, muchas funciones se comparten en muchas áreas, aunque si hay algunas que están más especializadas.
Los investigadores en la materia han constatado que la sinestesia viene de familia, lo cual podría explicar una base genética sólo presente en gente sinestésica. Dado que otros tipos de sinestesia, como ver colores en respuesta a notas musicales también encuentran una explicación plausible desde la activacion transversal de áreas del cerebro, pues los centros auditivos de los lóbulos temporales están cerca de áreas cerebrales que reciben señales de color de V4, se refuerza tal hipótesis.
Pero la explicación genética, que sólo unos individuos tuvieran esas conexiones transversales de modo único no explica del todo el fenómeno, porque si fuera así no habría explicación a que otros individuos, que no han experimentado sinestesia nunca, refieran exactamente las mismas sensaciones sensoriales de esta cuando consumen drogas de tipo alucinógeno, como LSD, mescalina u hongos psicoactivos (comúnmente llamados setas). Una droga no puede puede inducir instantáneamente la creación de conexiones axónicas en el cerebro, las cuales tampoco desaparecerían por arte de magia al pasarse el efecto de la droga.
De igual modo, pacientes que han tomado antidepresivos (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, por ejemplo Prozac), han referido perder temporalmente su sinestesia, lo cual detestaban, porque veían el mundo monótono y aburrido. No olvidemos que la sinestesia no es ningún problema ni algo que necesite solución, y quien la tiene, cuando sabe que la tiene (no siempre sucede), también lo percibe así y es algo que aprecia tener.
Por tanto parece que ciertas sustancias externas deben aumentar o disminuir la actividad de conexiones preexistentes, lo que no contradice que una base genética podría suponer mayor número de dichas conexiones en quien tiene sinestesia sobre el resto de personas. Además ya se cuenta con estudios que han demostrado mayor cantidad de axones (conexiones) entre ciertas áreas del cerebro en sinestésicos que en el resto.
VARIEDAD DE SINESTESIAS
Existen sinestesias de muchos tipos, siendo las que se relacionan con un color las mas extendidas, la más predominante es la grafema-color, números y letras tienen color, pero también pueden tener o ser un color unidades de tiempo, sonidos y géneros musicales, fonemas y notas musicales, olor, gusto, dolor, personalidad, tacto, temperatura, el orgasmo y la emoción.
No obstante aunque en menor medida, también intervienen otros sentidos, las personas pueden ser un olor, su personalidad un tacto (suaves, ásperas, rugosas...), un perfume puede ser un sonido o un sonido saber a algo, amargo por ejemplo o tener temperatura, frio. El gusto y el tacto pueden oler, sonar, tener temperatura y con la visión también, ver algo o alguien puede significar todo lo anterior.
Todos los sentidos están involucrados en mayor o menor medida, incluso las líneas pueden significar números, y un sinestésico número-línea ve una sucesión de números al mirar el trazo de una línea irregular y angulosa (no recta).
Esto nos lleva a preguntarnos si lo que sentimos o percibimos, es igual a lo que perciben los demás, aun siendo la misma cosa, preguntas que los filósofos siempre han teorizado y que la neurociencia va desentramando poco a poco, pues el cerebro es todavía un gran desconocido.