España, a pesar de tener zonas muy soleadas, es uno de los países con más déficit de vitamina D, y más después de la pandemia. Un estudio realizado por fundamed en el año 2021 puso de manifiesto que, por lo menos, el 40% de la población adulta española tiene carencia de esta vitamina y que 8 de cada 10 personas de más de 65 años presenta también esta problemática.

El déficit o la insuficiencia de esta vitamina puede tener graves consecuencias tanto para la salud física como para la mental. Por ello, en esta entrada hablaremos sobre los valores de vitamina D que supondrían un problema, qué consecuencias físicas o médicas tiene, qué consecuencias psicológicas puede tener y qué podemos hacer para aumentarla.

Qué es el déficit o la insuficiencia de vitamina D

No existe un claro consenso sobre qué sería insuficiencia, qué sería déficit y qué serían unos valores normales. Después de consultar varias fuentes bibliográficas comentaremos lo más aceptado por la comunidad médica:

  • Deficiencia. Inferior a 20 ng/ml
  • Insuficiencia. Entre 20 ng/ml y 30 ng/ml
  • Suficiencia o valores normales. Entre 30 ng/ml y 100 ng/ml

La manera más sencilla de conocer cuáles son tus niveles de esta vitamina es a través de un análisis de sangre que podrían hacerte en cualquier laboratorio.

Como comentábamos en la introducción, en España el 40% de los adultos y 8 de cada 10 personas mayores de 65 años presenta deficiencia o insuficiencia.

Consecuencias médicas de la carencia de Vitamina D

Es importante tener en cuenta que tener la vitamina D por debajo de 30 ng/ml podría tener graves consecuencias médicas para las personas. Mansur (2018) menciona como las más importantes la mala absorción del calcio y por lo tanto déficit de calcio (hipocalcemia, raquitismo y osteoporosis) y menor fuerza muscular y más cansancio que podrían derivar en caídas.

En otras investigaciones como, por ejemplo, la de Rodríguez-Rodríguez et al. (2019) mencionan:

  • Problemas a nivel esquelético por la mala absorción del calcio. Estos problemas pueden estar relacionados con fracturas, raquitismo, osteomalacia, etc.
  • Alteraciones del sistema nervioso (las trataremos en el siguiente apartado).
  • Problemas en el aparato respiratorio como, por ejemplo, asma y sibilancia.
  • Problemas musculares como debilidad y dolores.
  • Problemas en el aparato circulatorio: hipertensión y otras enfermedades cardíacas.
  • Diabetes.
  • Infecciones.
  • Etc.

Por lo que podemos ver, las consecuencias médicas pueden ser muchas y algunas de ellas llegar a ser muy graves y crear grandes interferencias en la vida diaria de las personas.

Consecuencias psicológicas del déficit de Vitamina D

En cuanto a las consecuencias psicológicas o del sistema nervioso, Rodríguez-Rodríguez et al. (2019) destacan que, como consecuencia, puede haber más probabilidades de que una persona tenga demencia de tipo Alzheimer y esquizofrenia.

Además, recientemente se han comenzado a realizar investigaciones en las que se pretende analizar el vínculo existente entre el déficit o insuficiencia de vitamina D y trastornos psiquiátricos. En Medical News Today podemos leer como nos explican que un equipo de investigación de la Universidad de Georgia dirigido por Alan Stewart concluyó que existe una clara relación entre la deficiencia de vitamina D y la sintomatología depresiva y/o el trastorno afectivo estacional (Medical News Today, 2014).

Asimismo, y relacionado con lo comentado por Rodríguez-Rodríguez et al. (2019), en este estudio también podemos leer que encuentran una relación entre el déficit de vitamina D y la esquizofrenia. Es más, comentan que en un estudio realizado en la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahán (Irán) encontraron que las personas con este déficit tenían 2.16 veces más de probabilidades de poder tener esquizofrenia si comparaban a las personas que tenían déficit con las personas que no lo tenían (Medical News Today, 2014).

Qué podemos hacer para prevenir el déficit de Vitamina D

Rodríguez-Rodríguez et al. (2019) nos ofrecen las siguientes recomendaciones:

  • Una dieta adecuada y equilibrada. Por ejemplo, incluir de forma regular en nuestra dieta alimentos como huevos o salmón podría ayudarnos a incrementar nuestros niveles. También los lácteos, los cereales y los hongos podrían ser beneficiosos.
  • Aumentar la exposición solar.

Además, también podemos combinar lo anterior con:

  • Suplementos. En este punto es importante matizar que debería consultar a un profesional de la salud antes de comenzar a tomar suplementos. La insuficiencia o deficiencia de la vitamina es perjudicial, pero un exceso de ella también. La intoxicación de vitamina D podría provocarnos problemas estomacales, debilidad o incluso podría producirnos problemas renales. Por ello, si decides tomar suplementos o complementos vitamínicos, te recomendamos que consultes con tu médico con el fin de que pueda determinar cuál es la dosis que mejor se ajusta a tu situación y a tus niveles previos (también conocidos como niveles basales).

Conclusiones


El déficit o la insuficiencia de vitamina D puede tener graves consecuencias en la vida diaria de las personas tanto a nivel físico como a nivel psicológico. No podemos acabar esta entrada sin mencionar que hay personas que son más susceptibles a tener este tipo de problema como, por ejemplo: personas con más de 65 años, bebés, personas obesas, personas con piel oscura y personas con enfermedades previas como, por ejemplo: diabetes, osteoporosis, enfermedades renales, cáncer, etc.

Si eres un paciente de riesgo por tener alguna de las características anteriores o si sospechas que podrías tener déficit de esta vitamina, te recomendamos que te pongas en contacto con tu médico de referencia con el fin de que pueda determinar cuáles son tus niveles de esta vitamina.

Finalmente, también me gustaría volver a destacar que si decides tomar esta vitamina sea siempre bajo supervisión médica.


Referencias bibliográficas

  • Fundamed. (2021). la hormona D en 2021 Retos y estrategias ante el dé­cit generalizado en la población. Recuperado de fundamed.org
  • Mansur, J. L. (2018). Vitamina D en pediatría, embarazo y lactancia. Archivos argentinos de pediatría, 116(4), 286-590.
  • Medical News Today. (2014). Researches link vitamin D deficiency to seasonal affective disorder. Recuperado de medicalnewstoday.com
  • Rodríguez-Rodríguez, E., Aparicio, A., Sánchez-Rodríguez, P., Lorenzo-Mora, A. M., López-Sobaler, A. M., & Ortega, R. M. (2019). Deficiencia en vitamina D de la población española. Importancia del huevo en la mejora nutricional. Nutr. hosp, 36(extr. 3), 3-7.