Siempre pensamos que conducir nos da libertad, nos permite tener más movilidad y nos provee de autonomía, pero para otras personas supone un verdadero calvario ponerse al volante o incluso ir de pasajero, en estos casos estamos ante la amaxofobia.
Se estima que unas 15.000 personas padecen esta fobia, que afecta principalmente a mujeres (87,50%) mientras que es menos habitual en hombres (12,50%).
Podemos definir la amaxofobia como un miedo irracional ante la conducción o ante la idea de tener que hacerlo. Las personas que la padecen pueden tener crisis de ansiedad en el momento de conducir, por lo que cada vez se vuelve una actividad más estresante y fóbica.
La Amaxofobia es un miedo irracional a conducir e incluso a ir de pasajero en un vehículo.
¿A quien afecta?
Conductores noveles.
Todas las personas que se acaban de sacar el carnet de conducir sufren en algún grado el estrés de la conducción, no obstante la gran mayoría controlan el estrés, lo que les posibilita a seguir conduciendo y a ganar seguridad en esta actividad. Sin embargo se estima que un 3% de los conductores noveles no son capaces de controlar este estrés del principio y desarrollan amaxofobia en los dos primero años.
Conductores experimentados.
En este grupo encontramos a personas que conducen habitualmente pero que han sufrido algún episodio de ansiedad al volante y desarrollan el miedo a conducir, por lo que van limitando su conducción a vías conocidas o de poco tránsito, lo que les da seguridad y percepción de control sobre la situación.
Conductores con estrés postraumático.
Estas personas desarrollan la amaxofobia después de haber sufrido o ser testigo de un accidente de tráfico, lo que en situaciones de conducción posteriores hacen que se active la respuesta de ansiedad asociada al evento traumático.
Dentro de los factores de personalidad podemos encontrar factores que nos predisponen a padecer este trastorno. Las personas perfeccionistas que mantienen un conjunto de creencias rígidas y una actitud negativa sobre su capacidad de conducción perciben el tráfico como una gran amenaza. Lo que hace que tengan un sesgo en el procesamiento de la información que magnifique el peligro que toda conducción conlleva.
También parecen estar implicados en el desarrollo una baja autoestima, estrés, ansiedad y agorafobia.
Terapia para la amaxofobia.
La amaxofobia como trastorno de ansiedad que es, se puede tratar. El tratamiento que ha demostrado más eficacia para esta fobia es el cognitivo conductual, desarrollado en diferentes fases:
- Toma de conciencia: Conocer como se ha desarrollado esta conducta y que aspectos son los que la mantiene.
- Estrategias de afrontamiento: Técnicas de relajación para controlar la activación que se produce antes y durante de la conducción. Autoinstrucciones positivas. estrategias de detención del pensamiento catastróficos. Gestión de pensamientos irracionales asociados a la conducción.
- Exposición a estímulos fóbicos: utilizando estrategias de desensibilización sistemática, ya sea en imaginación o en vivo, para hacer un acercamiento gradual a los estímulos generadores de ansiedad.