La ansiedad por separación, es un tipo de ansiedad en la que la persona tiene ansiedad cuando tiene que separarse de personas que considera muy importantes en su vida. Este trastorno también puede ser conocido como TAS o SAD (“Separation Anxiety Disorder”).
A continuación vamos a abordar cómo se realiza el diagnóstico, el diagnóstico diferencial y el tratamiento.
En el marco de la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) el proceso que se sigue para diagnosticar este trastorno es el siguiente:
Después del proceso mencionado, el profesional de la salud deberá determinar si la persona tiene o no este trastorno. De ser necesario, también se pueden usar autorregistros y observación para apoyar el diagnóstico.
Cuando se realiza el diagnóstico es muy importante asegurarnos de que la persona tiene ese trastorno y no otro. Para ello, se distingue este trastorno de otros que pueden cursar con síntomas similares.
En el TAS el diagnóstico diferencial se hace principalmente con los siguientes trastornos: TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada), Trastorno de pánico, agorafobia, trastorno de ansiedad social, TEPT (Trastorno de Estrés Postraumático), ansiedad por enfermedad, duelo, trastornos depresivos, trastorno bipolar, trastornos psicóticos y trastornos de personalidad.
Es importante tener en cuenta que es fundamental hacer una evaluación exhaustiva de cada caso para diseñar un tratamiento adecuado a las necesidades de cada persona. El tratamiento del TAS, en el marco de la TCC (Terapia Cognitivo Conductual), se basa en la utilización de diferentes herramientas y técnicas:
La reestructuración cognitiva, como bien indica su nombre, tiene como objetivo reestructurar o cambiar las cogniciones o pensamientos.
Con una alta probabilidad, una persona con TAS tendrá una serie de pensamientos irracionales que contribuirán al mantenimiento del trastorno. Por ejemplo, podría tener pensamientos anticipatorios y catastróficos relacionados con la separación de las personas de referencia.
Pongamos un ejemplo:
Cuando su hijo viaja por trabajo, Carlos tiene pensamientos como "seguro que le va a pasar algo malo y no voy a estar allí para protegerlo. Si le pasa algo malo, va a ser mi culpa".
Podríamos reestructurar el pensamiento de la siguiente manera:
"El pensamiento anterior está generado por mi TAS. Es normal preocuparme por la seguridad de mi hijo cuando tiene que viajar. Aun así, tengo que tener en cuenta que es una persona adulta y responsable. Además, cuando ha tenido dificultades en el pasado, ha sido capaz de salir hacia delante. Otro aspecto a tener en cuenta es que no tengo control sobre la vida de mi hijo, pero puedo confiar en la capacidad que tiene para resolver problemas".
Como podemos ver en el ejemplo, cambiamos el pensamiento automático e irracional inicial por otro alternativo más realista y saludable.
En terapia, la reestructuración cognitiva es uno de los puntos centrales para el tratamiento del TAS.
La exposición gradual es otra de las técnicas más usadas en el tratamiento de trastornos de ansiedad como fobias o TOC.
A modo de resumen podríamos decir que el objetivo de la técnica es que la persona afectada haga una jerarquía de los desencadenantes de la ansiedad para que pueda ir enfrentándose a ellos de manera gradual. Es decir, comenzará a enfrentarse a las situaciones de la lista menos angustiantes para acabar con la que más ansiedad puede generarle.
Para poder llevar a cabo la exposición que comentábamos en el punto anterior, es fundamental que la persona cuente con técnicas para manejar la ansiedad.
Por ello, se deben aprender técnicas de respiración como, por ejemplo, la técnica de respiración 4-7-8 o la relajación progresiva muscular de Jacobson.
Las evitaciones, es decir, el no enfrentarse a las situaciones temidas es una estrategia de afrontamiento no productiva que suelen utilizar las personas con TAS.
En otras palabras, evitan enfrentarse a las situaciones que les generan malestar. Sin embargo, esto es muy negativo porque contribuye a perpetuar el trastorno.
Por este motivo, en terapia se aprende a identificar las situaciones evitadas y se aprenden también estrategias de afrontamiento productivas para enfrentar dichas situaciones.
Es otra de las técnicas más usadas. Junto con el psicólogo, la persona afectada se expone en imaginación a aquellas situaciones que le generan malestar.
Es decir, la persona imagina las escenas o situaciones que normalmente le generan ansiedad. De esta manera podrá enfrentarlas mentalmente en un entorno controlado para, posteriormente, poder hacerlo de manera real.
Contar con las figuras de apego de las que la persona tiene miedo a separarse también puede contribuir positivamente a la terapia.
Como hemos visto, el trastorno de ansiedad por separación suele tener su inicio en la infancia, por lo que resulta relevante realizar una serie de estrategias en este periodo.
Escrito por Raquel Rodríguez Cortés, Psicóloga General Sanitaria.
Referencias bibliográficas